En ocasiones nos parece que la vida de los demás es perfecta y que sus problemas carecen de razón o tienen fácil solución. Por el contrario los nuestros son problemas verdaderos, infranqueables, necesitan de un “experto en problemas” para dar con la solución.
¿Resulta posible anestesiar nuestras emociones? ¿Podemos acallar nuestras angustias de forma inmediata con el recurso de las pastillas? ¿Existen otras formas sanas de liberar estrés o de introducir cambios en nuestra vida?
Nuevo recurso para trabajar la inteligencia emocional de los adolescentes con nuestra herramienta “Mover los Sentimientos”